Era un 17 de marzo de este presente año cuando tome la decisión de viajar hasta Vallenar para presenciar el partido de Unión La Calera frente a Copiapó.
En mi mochila solamente cabía una botella del ron mas fino que encontré más la respectiva Coca Cola ($2000 la promoción en ese momento). También eché confort por si me daban ganas de evacuar los pitufos.
Eran aproximadamente las 02:00 de la madrugada y estaba con mi mochila, camiseta y bandera amarrada al cuello a punto de partir. En ese momento aparece la micro más incomoda que he podido viajar.
Una vez arriba de la micro, instalado y cantando sin parar junto a 30 hinchas caleranos que viajábamos esperanzados en ver ganar a nuestra “Calerita”, abro la botella y empiezo a beber.
Las horas pasaban y el trago empezaba hacer efecto. Después de caer la última gota de ron de mi botella, un gran amigo del colegio, Francisco, se viste de mago y abra-kadrabra: un vodka y un jugo de naranja sale de su bolso. En ese momento perdí el conocimiento.
Desperté en La Serena, aún estaba ebrio y veía borroso. La micro se detuvo a las 5 o 6 de la mañana en el Faro de La Serena para estirar las piernas, hacer un pichicito. En estos actos de locura, corrí hacia el famoso faro y cuando estaba arriba, perdí el equilibrio y caí despampanantemente y azote mi cuerpo con la arena. Las risas se escucharon en todo el litoral. Seguimos en nuestro viaje hacia Vallenar.
Pasaron cerca de ocho horas después que arribe en Calera y ya estábamos en Vallenar, con tortícolis y dolor de muñeca debido al golpe que me di. Por seguridad carabineros de la Nación nos mando a un pueblo fantasma llamado Huasco.
Huasco se encuentra a media hora de Vallenar y ahí no sufriríamos los embates de los copiapinos que llegaran a ver a su club también. Les describo la cuidad de Huasco: feo.
Pase a almorzar y después a dormir una excelente siesta a orillas del mar aprovechando de pasar la “caña”.
Después de una entretenida tarde en el lugar (…) nuevamente y con más animo que nunca nos dirigimos hacia el estadio municipal de Vallenar para ver el partido. Los minutos corrían y el encuentro no empezaba. Aparece nuestro equipo en la cancha, los gritos y los cánticos, más una lluvia de fuegos artificiales y papel picado sobrevolaban nuestro entorno.
Cuento corto: Calera venció de visita a Copiapó y nos trajimos los tan ansiados tres puntos. Mejor será omitir la tomatera de vuelta.
Hasta Luego…
Luis Saavedra, el Calerano.
En mi mochila solamente cabía una botella del ron mas fino que encontré más la respectiva Coca Cola ($2000 la promoción en ese momento). También eché confort por si me daban ganas de evacuar los pitufos.
Eran aproximadamente las 02:00 de la madrugada y estaba con mi mochila, camiseta y bandera amarrada al cuello a punto de partir. En ese momento aparece la micro más incomoda que he podido viajar.
Una vez arriba de la micro, instalado y cantando sin parar junto a 30 hinchas caleranos que viajábamos esperanzados en ver ganar a nuestra “Calerita”, abro la botella y empiezo a beber.
Las horas pasaban y el trago empezaba hacer efecto. Después de caer la última gota de ron de mi botella, un gran amigo del colegio, Francisco, se viste de mago y abra-kadrabra: un vodka y un jugo de naranja sale de su bolso. En ese momento perdí el conocimiento.
Desperté en La Serena, aún estaba ebrio y veía borroso. La micro se detuvo a las 5 o 6 de la mañana en el Faro de La Serena para estirar las piernas, hacer un pichicito. En estos actos de locura, corrí hacia el famoso faro y cuando estaba arriba, perdí el equilibrio y caí despampanantemente y azote mi cuerpo con la arena. Las risas se escucharon en todo el litoral. Seguimos en nuestro viaje hacia Vallenar.
Pasaron cerca de ocho horas después que arribe en Calera y ya estábamos en Vallenar, con tortícolis y dolor de muñeca debido al golpe que me di. Por seguridad carabineros de la Nación nos mando a un pueblo fantasma llamado Huasco.
Huasco se encuentra a media hora de Vallenar y ahí no sufriríamos los embates de los copiapinos que llegaran a ver a su club también. Les describo la cuidad de Huasco: feo.
Pase a almorzar y después a dormir una excelente siesta a orillas del mar aprovechando de pasar la “caña”.
Después de una entretenida tarde en el lugar (…) nuevamente y con más animo que nunca nos dirigimos hacia el estadio municipal de Vallenar para ver el partido. Los minutos corrían y el encuentro no empezaba. Aparece nuestro equipo en la cancha, los gritos y los cánticos, más una lluvia de fuegos artificiales y papel picado sobrevolaban nuestro entorno.
Cuento corto: Calera venció de visita a Copiapó y nos trajimos los tan ansiados tres puntos. Mejor será omitir la tomatera de vuelta.
Hasta Luego…
Luis Saavedra, el Calerano.
5 comentarios:
Jajajajajajajajaja, pero niño...si hasta pa' esto eres demasiado divertido...porfavor dale más, eres genial y por eso te adoro!!!
Hola care hombre. Cómo va?
jaja.. Oye puta, ya te dije, muy chistoso tu texto.. Lo mejor, por lejos, pero leeeejos (lease cmo Dueñas), tu caída en Serena. wajkkajkajka. Es que me imagino la wea, y me río solo. wjkajkajk (MARICON RISUEÑO)... ya perra, que le vaya bien.. Y ahí estamos leyéndonos. Saludos
ChaUC
HOLA WEON,JEJJEJ WENO EL RELATO Y ADEMASQUE HAYA GANADO CALERITA PO , JEJEJJE INVITE PARA LA OTRA, SALUDOS , Y VEREMOS LOS ACONTECIMIENTOS DE EL CHAMELOTREPA POR CHILE JEJEJE BYE
Holiiiiiiiiiiiwi... como va askeroso???
wjjajaja.. hey exelente tu texto la durex.. me rei mucho.. y lo más chistozo d etodo eske me imagno paso a paso las cosa ke hiciste!!
hey y me debes una!!
porke io fui la ke te dije
"chamelo trepa por Chile" así ke me debes el derecho al autor!!
wjajaj
ya maricón trepador!!!
wjajja
te kelo!!
adeUC
rON-.
Tengo un sólo comentario que hacerte:
Estay' Cagao'
Saludos.
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